Denuncian a un aliado de Moyano por fraude, malversación y aprietes


 Se trata de Walter Correa, revisor de cuentas en el bloque de la CGT que lidera el camionero. La oposición lo acusa  de vaciar la obra social, avanzar sobre los sindicatos internos para quedarse con la Federación y utilizar barrabravas. 



Amenazas de muerte a los opositores políticos al interior del sindicato, uso de barras bravas, asambleas fraguadas y graves denuncias por el vaciamiento de la obra social son apenas algunos de los ingredientes de una trama que se desarrolla por estos días al interior de la Federación de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines  (FATICA), y que tiene como principal acusado a su secretario general, Walter Correa, recientemente nombrado en el cargo de revisor de cuentas en el bloque de la CGT que conduce Hugo Moyano. 
Con más de 60 años de historia y alrededor de 22 mil trabajadores en todo el país, FATICA es una entidad de segundo grado adherida a la CGT que agrupa a 14 organizaciones sindicales relacionadas con la actividad del cuero, siendo la más importante de ellas el Sindicato de Obreros Curtidores (SOC), cuyo titular también es Walter Correa. Elegido para presidir la Federación a comienzos de 2011, una de sus primeras medidas fue modificar el estatuto del SOC con el objeto de "avanzar" sobre los otros sindicatos, personal y territorialmente. Según denuncia buena parte de las otras organizaciones que componen la Federación, Correa literalmente "se comió" al resto de los gremios de sus sector.
Para modificar el estatuto de su gremio, Correa necesitaba la aprobación por parte de la Federación. Ahora bien, ¿Cómo hizo para que los nueve integrantes del secretariado nacional de FATICA –o al menos el quórum necesario del órgano– aprueben una modificación que iba directamente en contra de sus propios intereses? "Hizo un acta fraudulenta donde, por ejemplo, me coloca a mí como uno de los dirigentes que mociona en apoyo a esa modificación", explicó a Tiempo Argentino Ernesto Trigo, ex secretario adjunto de Correa y titular del Sindicato de Trabajadores Talabarteros. 
Al tomar conocimiento de la maniobra, la Federación quedó partida. A Correa lo respaldan solamente tres gremios (Azul, Tucumán y Salta) con escasísimos números de afiliados. Los opositores –que afirman contar con el apoyo de casi el 70% de los delegados– reclaman desde entonces ante Correa la realización de un Congreso Extraordinario para tratar el tema. La respuesta, en todos los casos, fue por la negativa, lo que motivó una serie de presentaciones ante el Ministerio de Trabajo para que tome cartas en el asunto. 
Según denuncia la oposición, una de las razones para negarse a otorgar el Congreso tiene que ver con vínculo orgánico con el bloque de la CGT moyanista. "La que está afiliada a la CGT es FATICA, si lo echábamos antes del 12 de julio él no podía entrar a la CGT, como finalmente hizo", indican. 
Donde con mayor gravedad se siente la interna sindical es en la Obra Social Personal de la Industria del Cuero y Afines (Ospica), que atraviesa una delicadísima situación financiera. "Yo soy el adjunto y mis hijos se tienen que atender en el Gutiérrez", graficó Trigo. Según denuncia la oposición, en los últimos años los pasivos de la obra social pasaron de $ 6 millones a $ 28 millones, con enormes deudas a prestadoras y cheques rechazados.  
"La obra social de la Federación no da salud. Pero él tiene una mutual. Les dice a los afiliados que se sumen a su sindicato que él les va a dar salud y así se queda con afiliados en todo el país", explicó Trigo, quien también requirió la intervención de la superintendencia de servicios de salud. 
El conflicto al interior de la Federación no está exento de hechos violentos. El 10 de mayo pasado el dirigente Sergio Fontanella denunció en la Comisaría 10º de la Policía Federal por amenazas coactivas a Horacio Célis, ladero de Correa y miembro de la comisión directiva del SOC en la seccional Avellaneda. "Déjense de joder con Correa porque los vamos a cagar a tiros", le profirió en plena Avenida Belgrano, según consta en el certificado de denuncia al que accedió Tiempo. El documento forma parte de la documentación que integra la instrucción penal. Según la oposición, para "contener" la situación en FATICA, Correa utiliza una "guardia de choque", entre la que se cuentan una docena de integrantes de la barra brava de Racing Club de Avellaneda.  «
 
correa: "corté con los privilegios"
 
Walter Correa rechazó cada una de las acusaciones que pesan sobre su accionar. “Nosotros –el Sindicato de Obreros Curtidores– somos uno de los diez primeros sindicatos registrados con personería gremial de la Argentina. Por ende, tenemos autonomía suficiente para hacer las modificaciones conforme a la legislación. Después, desmiento categóricamente que hayamos fraguado cualquier tipo de actas, no es real”, explicó.  
En relación con la obra social, dijo que el disparador de las denuncias fue “cuando, conforme a la realidad económica que atravesaba Ospica, comencé a cortar con los privilegios que tenían los dirigentes. Era o los sueldos para los dirigentes o los remedios para los compañeros. Como no cedí, me acusan por el tema del cambio de estatuto." 
¿Tiene barrabravas a su lado en la sede de la Federación?, le preguntó este diario. “No, ellos (por los dirigentes de la oposición) renunciaron a los cargos, incluso de la obra social, se borraron. Entonces, yo llevo a compañeros que colaboran, que nos dan una mano en la estructura de la Federación, llevamos gente para trabajar”, admitió Correa.

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