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LOS VALIJEROS Y TALABARTEROS MARCHAMOS POR LOS 30.000 COMPAÑEROS DESAPARECIDOS!!!!


REAFIRMAMOS APOYO A CELAC


 ACTO JUSTICIA PRESIDENCIA DE CUBA

La FSM en America Latina y El Caribe ratifica su apoyo a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños expuesta en su Declaración en ocasión de su fundación y declara su satisfacción por la asunción de Cuba a su Presidencia derrotando pretensiones imperiales que durante decenas de años la han estigmatizado e intentado aislar y que aun bloquean criminal y cruelmente desafiando el llamado de la comunidad internacional así como mantienen injustamente confinados en sus cárceles a 5 héroes cubanos por luchar contra el terrorismo.

La CELAC constituye el hecho histórico más importante de la región en los últimos doscientos años como afirmara el líder histórico de la Revolución Cubana, el compañero Fidel Castro. Por primera vez se reúnen los mandatarios de los gobiernos latinoamericanos y caribeños sin la presencia intimidatoria de gobiernos extra regionales.

Los valores que sustenta la FSM la identifican de, manera natural, con los empeños integracionistas de la CELAC tendentes a fortalecer el bienestar de nuestros pueblos.

Al concordar en un Plan de Acción en materia económica, social, energética, ambiental y cultural; al plantearse la búsqueda de la integración, la solidaridad y la paz regionales; al expresar sus aspiraciones de inclusión social, crecimiento con equidad y desarrollo sustentable desde la unidad y la integración; elementos imprescindibles ellos para enfrentar con éxito los desafíos existentes, merece la CELAC nuestro respaldo.

También amerita nuestro apoyo el que la CELAC se constituya en instrumento de concertación y defensa de la identidad, las aspiraciones y la cultura regionales, bajo los principios básicos de la inclusión de los  países que la integran así como el establecimiento de mecanismos para generar e implementar planes, políticas y programas regionales comunes en función del desarrollo sostenible y la preservación del entorno.

Anhelamos además que la CELAC se plantee considerar a la región una zona de paz,  en la que exista el compromiso de todos los países que la integran de resolver conflictos y diferencias por las vías del diálogo y la negociación.

En materia económica, la CELAC ha declarado auspiciar el enfrentamiento a la crisis financiera internacional y construir una nueva arquitectura. En materia social, avanzar en la inclusión y la erradicación de la pobreza y del hambre que las políticas neoliberales no han resuelto como tampoco ninguno de los problemas que figuran en el centro de las aspiraciones de los pueblos.

Estos empeños y no en una mera estratagema política para pretender sustituir  mecanismos existentes, como algunas señalan, lo que la haría vacía de valores y de sustento en sólidos pilares que la amalgaman, son en los que consiste, en nuestra opinión, la fortaleza de la CELAC.

No puede desconocerse que la CELAC expresa valores más profundos pues comienza a hacer realidad los sueños bolivarianos, martianos, de nuestros más claros próceres, que desde las luchas independentistas anticoloniales avizoraron la necesidad de unirnos.

Con la CELAC se reivindican, como manifestara el Presidente cubano Raul Castro en el acto fundacional, más de dos siglos de luchas y esperanzas. Llegar tan lejos, dijo, nos ha costado esfuerzo, pero también sangre y sacrificio.

¿Puede estarse ajeno, además, a desconocer que el origen de la CELAC se enmarca, también,  en la llegada en la región de gobiernos más comprometidos con la independencia regional y la justicia social, y el fracaso en el área de los modelos
neoliberales y los esquemas de libre-comercio?

¿No constituye causa de la creación de la CELAC el descrédito de la política de Estados Unidos en la región? ¿No lo es, asimismo, el surgimiento de la ALBA y la UNASUR evidenciando una voluntad integracionista?

Desconocer esto solo puede tener como pretensión despojar de las sólidas razones que los trabajadores latinoamericanos y caribeños debemos reconocer para solidificar nuestro acompañamiento a la CELAC en la medida que esta haga realidad los propósitos que ha declarado impulsará.

Este apoyo no ignora nuestra aspiración a alcanzar los principios de complementación  y enfoque social que caracterizan a la Alianza Bolivariana de los Pueblos (ALBA). Al contrario, los reafirma pues los gobiernos que integran la CELAC todos, tendrán que llegar a estar conscientes que sin justicia social los objetivos de independencia, soberanía, desarrollo e integración; no podrán alcanzarse.

Anhelamos que en el marco de la CELAC se pueda lograr alejarnos de condicionamientos que caracterizan las ayudas de países donantes, por lo general desarrollados, que obstaculizan avanzar en una nueva América Latina y Caribeña.

Ello superaría tendencias que llaman a privilegiar relaciones basadas en el llamado “Libre Comercio” con los países desarrollados y por el contrario hacer prevalecer las políticas que privilegian modelos de desarrollo alternativo, como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) con una visión más centrada en términos del mercado interno y el desarrollo del mercado regional, con una mayor regulación del estado.

Ello posibilitaría que la CELAC fuese libre para constituirse en foro por excelencia para concertar las posiciones latinoamericanas sobre los principales temas de la agenda internacional y promover medidas multilaterales para resolver las raíces estructurales de la actual crisis.

Al saludar la próxima cumbre de la CELAC en Santiago de Chile, reafirmamos lo expresado en nuestra Declaración de apoyo a la CELAC al ser constituida:

“…..Debemos ser conscientes, que en las naciones que se enfrentan con modelos sociopolíticos más radicales de cambio, sus pueblos y gobiernos, sufren el acrecentamiento de las acciones agresivas del gobierno de los Estados Unidos y sus aliados quienes adoptan nuevas y variadas formas que van desde la asignación de grandes sumas de dinero para la subversión, hasta el incremento de bases militares con el propósito evidente de impulsar retrocesos e intervenir en los casos en que se pongan en peligro sus apetencias y su avaricia sobre los recursos naturales de todo tipo, y particularmente el petróleo y el gas, que originan hoy guerras de rapiña en otras regiones.

Por todo ello, hoy más que nunca el llamado a la unidad de los trabajadores desde posiciones de clase cobra nueva vigencia ante los intentos de subversión y adormecimiento de sus luchas mediante un discurso conciliador y comprometedor con fórmulas basadas en el neoliberalismo que ya demostró ser rechazado y fracasado, debido , entre otras razones, a que las políticas laborales de flexibilidad del trabajo precarizan el empleo, los salarios, las condiciones de vida de los trabajadores e impiden su libre organización…..”

Ratificamos que aspiramos a disponer, en las estructuras que se crean, mecanismos de participación que permitan el fortalecimiento de las organizaciones sindicales en los países que la integran para que deje así el movimiento sindical de ser mero espectador en la voluntad de avanzar hacia una sociedad más equitativa y pueda ocupar su lugar en la trinchera por las trasformaciones sociales que buscan ese otro mundo posible al que ansían los pueblos.

La FSM aspira a que el movimiento sindical de América Latina y el Caribe acompañe este proceso  de integración como condicionante  ineludible  para avanzar hacia el desarrollo sostenible y el bienestar de todos los ciudadanos.



FEDERACION SINDICAL MUNDIAL
Región América Latina y el Caribe

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